JAPA MALA
Quizá lo has visto muchas veces pero no sabes para qué sirve ni cómo se usa. Es sencillo: un japa mala es un conjunto de 108 cuentas que se utiliza mientras se repite un mantra (sonido sagrado) y que sirve para cultivar la concentración y la cualidad asociada a ese mantra.
Mala significa “guirnalda” en sanscrito, la lengua tradicional del yoga, mientras que Japa significa “repetir oraciones”. Como otros tipos de cuentas para la oración, el japa mala permite la concentración en el significado o el sonido del mantra. Su uso es una poderosa técnica meditativa donde se implican dos sentidos: el oído mientras se canta el mantra y el tacto mientras las cuentas van pasando entre los dedos.
En la tradición védica o hindú de la cual proviene el yoga, se sostiene en la mano derecha y las cuentas se pasan entre los dedos pulgar y corazón. El dedo pulgar representa la consciencia universal y el dedo corazón la pureza o sattva guna. El japa mala tiene una cuenta número 109 más grande que las demás desde la que cuelga un penacho de hilos y que representa el monte sagrado Meru, la morada de los dioses en esta tradición.
En la confección de un japa mala se pueden utilizar diferentes materiales. A veces se hacen con semillas de plantas como el loto o el tulsi o con maderas como la del sándalo el rosal. También los hay de huesos de animales y de piedras semipreciosas como la amatista o la cornalina.
Para utilizarlo, siéntate en postura de meditación en un lugar tranquilo y escoge tu mantra. Sostén el japa mala en la mano derecha y comienza a pasar las cuentas entre el dedo pulgar y corazón, empezando en la cima del cordón y repitiendo el mantra una vez por cada cuenta. No debes pasar por encima de la cuenta más gruesa, así que cuando termines una ronda, si quieres continuar con otra, gira el mala y comienza de nuevo avanzando en dirección opuesta. Puedes repetir el mantra en voz alta, en un susurro o en silencio. Asegúrate de cerrar los ojos y respirar uniformemente para fomentar la concentración, sintonizar con la cualidad del mantra que repites y… ¡déjate llevar por la magia de los sonidos sagrados!